jueves, 19 de abril de 2012

Times Square: 0,1% del territorio de New York City que produce el 11%

La emblemática plaza de Times Square, en el corazón de Nueva York, genera un impacto económico de US$ 110.000 millones anuales a las arcas públicas de la ciudad, según un informe difundido hoy por la organización Times Square Alliance.
Pese a ocupar apenas el 0,1 por ciento de todo el territorio que componen los cinco condados de la ciudad, el distrito de Times Square es responsable del 11 por ciento de la actividad económica en la Gran Manzana, y en ella trabajan el 10 por ciento de los neoyorquinos. 
Times Square podría competir así con el producto interior bruto de ciudades estadounidenses de tamaño medio como Pittsburgh (Pensilvania), Austin (Texas) o Portland (Oregón), según las estadísticas publicadas por Times Square Alliance.
En la icónica plaza trabajan unos 385.000 neoyorquinos, un distrito donde el espacio para oficinas comerciales ha aumentado el 33 por ciento desde 2002 y cuyo valor inmobiliario total se sitúa en torno a los US$ 6000 millones.
De acuerdo al informe, Times Square genera un gasto anual de US$ 4800 millones de dólares en compras, entretenimiento y hoteles, y contribuye cada año con otros US$ 4600 millones en impuestos a las arcas estatales y municipales.    
Los US$ 2100 millones anuales que la plaza recauda para la ciudad de Nueva York son suficientes para pagar los salarios a todos los empleados de las agencias de servicios sociales o el 46 por ciento del presupuesto de la Policía.    
Además de ingresos directos, Times Square genera US$ 60 millones anuales a través de la publicidad contratada en sus 230 marquesinas o cuando allí se celebran actos multitudinarios como el desfile de Acción de Gracias o la fiesta de Año Nuevo.
También contribuye a ensalzar la imagen de la Gran Manzana como su mejor escaparate en los medios de comunicación y el cine. La zona es uno de los lugares más visitados en la ciudad por los turistas, que pernoctan en las 17.000 habitaciones de hotel -el 21 por ciento del total de Nueva York- disponibles y que en 2010 generaron US$ 1800 millones en ingresos.  
Times Square está en el corazón del distrito de los teatros de Broadway, que contribuye por su parte con otros US$ 1040 millones. "El éxito de este espacio a pesar del duro momento económico se debe en gran parte a nuestra economía diversificada, que nos permite mantenernos fuertes y crear empleo en varios sectores", indicó en un comunicado el presidente de Times Square Alliance, Tim Tompkins. 
Tompkins añadió que mientras el sector financiero y el de seguros se contrajeron y ralentizaron el crecimiento de la ciudad, el crecimiento en sectores como el entretenimiento, la restauración y el turismo "nos recuerdan el valor de invertir en ellos".

sábado, 14 de abril de 2012

La Máquina de Vapor, James Watt y los horsepower (caballos de fuerza)

Se cree que la primera máquina de vapor como tal, fue desarrollada en 1633. Esta creación pertenece a Eduard Somerset. La idea para desarrollarla, era el llevar agua desde el primer piso, hasta el segundo en un castillo en Londres. Pero su invento pasó al olvido, ya que de manera posterior, no pudo continuar con su desarrollo debido a la falta de fondos.
Para 1705, se desarrolló la llamada por su inventor, máquina de vapor atmosférica. Esta fue desarrollada por el ingeniero Thomas Newcomen. La gracia de su máquina, era aprovechar de manera económica, el vapor desarrollado por la combustión de fósiles naturales. Podemos ver su funcionamiento en la imagen animada de abajo.
Pero quien inventó la máquina de vapor que realmente revolucionó al mundo, fue el mecánico escocés James Watt. Quien mejoró notablemente, la máquina creada por Newcomen; en este diseño anterior, el agua se enfriaba en el mismo cilindro, por lo que su forma, no era del todo lo que se esperaba. El fue el que se considera el inventor de la primera máquina de vapor aunque realmente fue una máquina basada en la de Newcomen
Es así, como la máquina de vapor de Watt, hace que el vapor se condense en un recipiente especial, el condensador. Este condensador era conectado a un tubo externo con forma cilíndrica, al cual se le tapaba ambos extremos. Usando este mecanismo, la máquina de Watt, lograba que el cilindro siempre se mantuviera caliente, con lo cual, el ahorro de la energía proporcionada por la leña o el carbón, era muy superior a lo logrado por la máquina de Newcomen. Con ello, se evitaba la pérdida de calor, lo cual hacía que la performance de la máquina de Newcomen, no fuera la deseada. Más bien, la presentaba como una máquina rudimentaria y artesanal.
La primera máquina de vapor que inventó Watt, vio la luz en 1774. Gracias a la ayuda económica de Matthew Boulton. Ambos crearon una firma, para explotar la patente de la máquina de vapor recién creada. Como hemos podido apreciar, podemos señalar a James Watt como quien inventó la máquina de vapor que todos conocemos, sin desconocer todos los diseños y esfuerzos del pasado.
James Watt
Nacido en Greenock, Escocia el 19 de enero de 1736, su padre era armador de origen escocés y le enseñó en la fabricación y uso de las herramientas y útiles náuticos. Desde joven se interesa por las Matemáticas y los aparatos de medición, conocimientos que incrementa tras viajara a Londres y contactar con Morgan de Cornhill. Tras volver a su lugar de origen, participa en varios trabajos para el Colegio de Glasgow, lo que le vale ser nombrado maestro dedicado a la fabricación de instrumentos matemáticos en su Universidad.
Watt estudió los usos y aprovechamientos que pudieran ser derivados del vapor, hasta ese momento poco aprovechados.
Así, inventó un prototipo que lograba reducir en gran medida el aporte de combustible, aplicando la presión del vapor para mover el pistón de un cilindro
El éxito conseguido hace que su modelo se expanda rápidamente por Londres, Manchester y Birmingham, ciudades en las que empiezan a experimentarse los inicios de la revolución industrial, y en las regiones donde el carbón, la energía más utilizada del momento, resulta más caro
En 1781 desarrolló su segunda versión de la máquina de vapor, de doble efecto; agregándose la corredera de apertura y cierre de válvulas en 1782, y la mejora del mecanismo biela-manivela para convertir movimiento rectilíneo alternativo en rotatorio en 1783, con lo que la máquina adquirió niveles de practicidad y confiabilidad que la hicieron servir de base motriz para máquinas textiles (Richard Arkwright) y otros dispositivos mas avanzados. La de Newcomen no había tenido difusión por tener muy bajo rendimiento.
El especial significado que tiene este desarrollo, es que nunca el hombre había contado con una máquina que le suministrara energía en forma confiable, sin recurrir a su propia fuerza ni a la de los animales. Hacia 1800 la máquina estacionaría a vapor ya era un producto comercial, y la firma Watt & Boulton tenía, por patentes y por su habilidad comercial, casi el monopolio en toda Europa.
El precio era fijado según la cantidad de caballos que podía reemplazar, de donde salió luego el término horsepower. El constante perfeccionamiento de estos motores, dio lugar a que en 1807 Robert Fulton y en 1814 George Stephenson presentaran los primeros barcos y locomotoras, iniciando la era de las máquinas a vapor móviles en barcos y ferrocarriles, dando lugar a los mayores emprendimientos comerciales del siglo XIX.
En 1882 se designa con el nombre de Watt a la unidad de potencia, equivalente a un Joule/seg o a una corriente de un Ampere pasando por una resistencia de un Ohm. El kwatt = 1000 watt, también equivale a 102 kgm/seg = 1,36 CV = 1,34 HP

domingo, 8 de abril de 2012

Quemar calorías ayuda a combatir síndrome del ‘burnout’

Hacer ejercicios no solo beneficia la salud física. Ejercitarse constantemente contrarresta el desgaste ocupacional, también conocido como el síndrome del burnout laboral.
Así lo señala un estudio de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, publicado en la revista Journal of Applied Psychology.
El síndrome burnout se debe principalmente a la exposición prolongada a altos niveles de estrés en el trabajo. Quienes lo viven experimentan fatiga física, cognitiva e interpersonal.
“Es común oír que estas personas dicen que les duele hasta pensar”, comentó la psicóloga costarricense Ana María Morales.
Según los investigadores, el principal beneficio está en las personas que realizan al menos cuatro horas de actividad física a la semana; sin embargo, quienes realizan dos horas y media pueden ver ya los beneficios.
“Si no puede hacer nada para que su ritmo de trabajo sea menos estresante, las actividades físicas durante su tiempo libre pueden ser una herramienta certera de manejo del estrés”, dijo en un comunicado de prensa Sharon Toker, una de las investigadoras.
Ejercicio relajante. Originalmente, el estudio estaba diseñado para medir la relación entre el síndrome burnout y la depresión. Sin embargo, al agregar la variable del ejercicio a la ecuación, los científicos vieron que esto les hacía llegar a una conclusión más importante.
Para ello, se evaluó a 1.632 trabajadores de diferentes campos laborales. A todos ellos se les hizo un examen físico que incluyó muestras de sangre, toma de medidas, un examen físico, una prueba de orina y un electrocardiograma.
Luego se les hizo un cuestionario psicológico para determinar su nivel de estrés laboral y del síndrome burnout y otra prueba para verificar si padecían depresión.
Después se analizó el nivel, frecuencia y tipo de actividad física que realizaban los participantes.
A los participantes se les dividió en cuatro grupos: uno que no realizaba actividades físicas del todo, otro que hacía entre 75 y 150 minutos a la semana, otro entre 150 y 240 minutos por semana y en el cuarto grupo se ubicaban quienes hacían más de 240 minutos de ejercicios a la semana.
“En quienes hacían 240 minutos (cuatro horas) de ejercicios a la semana o más el impacto del burnout y la depresión, era casi inexistente; pero incluso 150 minutos (2,5 horas) ayudan a las personas a mejorar su día laboral con mayor eficacia y autoestima”, dijo Toker.
“La actividad física beneficia a todos en una empresa. No solo se trata de combatir la obesidad. También los trabajadores se sentirán mejor, el ausentismo laboral será menor y y la productividad será mayor”, dice el estudio.
Para Morales, el ejercicio ayuda al manejo del estrés, y con esto, sí es posible que reduzca el impacto del síndrome burnout y de ciertos síntomas depresivos.
”El ejercicio relaja. Cuando nos ejercitamos, pensamos en algo que no es trabajo, y eso reduce los niveles de estrés”, aseguró.
Los científicos señalan que aunque sí demostraron relación entre el síndrome burnout y una posible depresión posterior, esto no es el mayor valor del trabajo.
Burnout y depresión están conectados, pero no son lo mismo. La depresión es condición clínica, el burnout es agotamiento propio del estrés laboral”, aclaró Toker.
Con medida. Para la especialista costarricense en Educación Física Evelyn Álvarez, el ejercicio sí puede reducir el estrés, pero debe hacerse de acuerdo con el nivel físico de cada persona.
“Cuando se hace ejercicio, se liberan endorfinas. Al hacer esfuerzo se libera el estrés y uno deja de pensar en los problemas laborales”, comentó.
”No obstante, el ejercicio debe dosificarse. No es para que alguien vaya y corra cuatro horas en un día, es para que las distribuya en la semana y lo haga según su condición física”, concluyó.  

jueves, 5 de abril de 2012

Holanda dejará ser miembro del grupo de la "AAA"

La posibilidad de que Holanda, miembro de la Unión Económica del Benelux y paladín de la austeridad y la disciplina fiscal, deje de pertener al núcleo duro del euro ya no parece tan alejada.
¿Podrían los Países Bajos perder su mejor calificación crediticia, la triple A? Miembros del exclusivo grupo de la "AAA", los mejores entre los 17 socios de la Eurozona junto a, por ejemplo, Alemania, Finlandia o Luxemburgo, Holanda enfrenta tiempos adversos, lejos de la bonanza a la cual estaba acostumbrada hasta hace menos de un lustro, poco antes de que estallara la crisis de las hipotecas "subprime" en Estados Unidos.
Técnicamente en recesión
El pasado 5 de marzo la oficina central de planificación (CPB) anunciaba un dato demoledor: el país está técnicamente en recesión y su déficit público alcanzará en 2012, según las previsiones, el 4,6 por ciento del producto interior bruto (PIB), muy lejos del 3 por ciento, como máximo, que permite Bruselas.
De repente, el país de los tulipanes, patria entre otras empresas de la multinacional de la electrónica de consumo Philips, una de sus joyas industriales, se ve forzado a emprender reformas y recortes como si se tratara de un país del sur de Europa, a la par que los que antes fustigó con sus posturas en Bruselas: Grecia o Portugal, rescatados, al igual que Irlanda, por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Hacemos los recortes no porque lo pida Bruselas, sino porque son necesarios", comentaba el pasado mes de marzo en una reunión del Eurogrupo el primer ministro holandés, Mark Rutte, del liberal de derechas VVD.
Como una dura ironía de la crisis, Holanda, hasta hace poco partidaria de la disciplina contra los socios del euro, generalmente en el sur, que vulneran las normas, se encuentra ahora confrontada a una situación adversa que no se esperaba, y mucho menos su ministro de Finanzas, Jan Kees de Jager, uno de los artífices de la "mano dura" con Grecia, para la cual propuso -junto a Berlín- la creación de un "superagente" de la UE que vigilara la aplicación de los recortes helenos.
"El gobierno holandés jugaba antes al duro de Europa, y ahora se tiene que retractar", asegura Martin van Vliet, economista del grupo bancario holandés ING Group, citado por el Financial Times. Y es que Holanda debe, al igual que los denominados socios periféricos de la moneda única, rebajar su déficit, como mucho, hasta el 3 por ciento del PIB para 2013 como marca la Comisión Europea.
¿Perderá Holanda su estatus de miembro del núcleo duro del euro?
Es la pregunta, y al mismo tiempo, el temor de Rutte y de sus socios de coalición, el democristiano CDA, que recibe apoyos parlamentarios puntuales del islamófobo Partido de la Libertad (PVV), del polémico Geert Wilders.
"En nuestra opinión, los Países Bajos han abandonado ya el corazón (económico) de Europa", aseguraba el pasado marzo un estudio de Citigroup. Y es que se suman dos problemas: uno estrictamente económico y otro político interno. En lo económico, el gabinete conservador del VVD y el CDA debe negociar con el PVV de Wilders, la tercera fuerza del país, ajustes por valor de hasta 15.000 millones de euros para cumplir con las normas del pacto fiscal de la UE. El dilema es cómo hacerlo sin que la frágil coalición se hunda.
Rutte quiere aplicar la tijera en numerosos sectores del gasto, pero Wilders se opone, por ejemplo, a que se toquen las pensiones o el gasto social. De hecho, hace pocos días amenazó con dejar de apoyar el gobierno si sus exigencias eran ignoradas y, con ello, forzar la convocatoria de nuevas elecciones, apenas dos años después de las anteriores, de junio de 2010.
Para complicar más la situación, el pasado 20 de marzo el gabinete de gobierno perdió -por un solo asiento- la precaria mayoría con la que contaba (76 de los 150 escaños del parlamento) tras la salida del diputado del PVV Hero Brinkman, muy crítico con la página web xenófoba abierta por el partido de Wilders en febrero pasado, en la cual se pedía a los holandeses que denunciaran posibles molestias de los inmigrantes del este de Europa. Brinkman, ahora diputado independiente, prometió seguir apoyando al gabinete aunque con condiciones (dpa).