lunes, 22 de julio de 2013

Siete errores a evitar en las start up

Asumir que sabes lo que quieren tus clientes

Nuestras necesidades y las de nuestros clientes no tienen por qué ser siempre las mismas. Podemos creer que la “gran novedad” que hemos introducido en nuestra aplicación o en nuestro servicio, es algo que nos “estaban pidiendo a gritos”. No tiene por qué ser así y habremos perdido tiempo y dinero en algo que en realidad, no necesitan y no van a utilizar.
Podemos por ejemplo hacer un gran esfuerzo en desarrollar una gran presencia en Pinterest o enInstagram, para después descubrir que nuestros clientes ni utilizan ni les interesa utilizar estas dos redes sociales.

No valorar las limitaciones de tu equipo

En una cultura start-up se presupone que los roles están menos definidos que en una gran empresa. El especialista en marketing, puede dedicar parte de su tiempo al diseño gráfico y el experto IT puede ser un excelente blogger. Y aunque esto está muy bien, resulta imprescindible conocer dónde está el límite.
Un buen ejemplo de esto es cuando debido a la crisis económica, muchos gestores de start-ups abrazan la teoría que todo su equipo tiene que enfocarse hacia la venta y se quiere transformar en comerciales a personas muy capaces en su campo, pero que realmente no tienen la habilidad de vender.

No conocer tu nuevo mercado

El hecho de que nuestro negocio funcione en una ciudad partiendo de unas premisas, no implica que vaya a funcionar en otra si partimos de las mismas premisas iniciales. Cada ciudad tiene su propia ideosincrasia y normalmente “copiar y pegar” tal cual nuestro modelo de negocio en cada una de ellas, no  suele dar buenos resultados.

Anteponer experiencia sobre personalidad

Resulta indudable que contar con un equipo experimentado es una de las mejores decisiones que podemos tomar para nuestro negocio y que incorporar personas con una buena experiencia previa, suele resultar beneficioso. No obstante, no deberíamos minusvalorar la importancia que tiene el factor personalidad.
Además de tener experiencia, debemos considerar si esa persona va a encajar con nuestra cultura corporativa y va a funcionar con el resto del equipo de trabajo. Una persona que trabaja bien en equipo y que es muy versátil, puede sernos de más utilidad que otra con mucha experiencia pero que no va a encajar bien.

Ahorrar

El ahorro bien entendido es sin duda uno de los factores que nos van a ayudar a impulsar nuestro negocio. Pero una cosa es ahorrar costes y otra cosa es ahorrar en elementos clave que van a jugar en nuestra contra.
Está bien que no nos gastemos miles de euros en el desarrollo de nuestra página web corporativa, pero no lo es tanto si el ahorro tiene como resultado una página con un diseño pobre y que peca de falta de usabilidad.
No tenemos que invertir muchísimo dinero en nuevos equipos informáticos, pero sí lo suficiente como para que no se resienta nuestra productividad. Y así con todo.

Contratar basándonos exclusivamente en la experiencia pasada

Cuando vamos a contratar a una nueva persona para nuestro equipo, tan importante es valorar su experiencia como si tiene las aptitudes necesarias para resultar ideal para el puesto.
A veces tiene más sentido contratar a una persona con menos experiencia, pero que tiene los conocimientos de partida necesarios y la actitud que buscamos para encajar en nuestro equipo. Como hemos comentado antes, aunque la experiencia es importante, no lo es todo.

Escoger a los socios equivocados

A veces no podemos evitarlo: escogemos el socio equivocado. No es fácil dar con la tecla correcta. Esa persona tan prometedora, puede acabar siendo un completo desastre. La confianza juega aquí un papel fundamental. Antes de escoger un socio sobre el que ya albergamos ciertas dudas, puede ser mucho más sensato iniciar la aventura en solitario.
Fuente: http://www.muypymes.com/2013/07/19/siete-errores-start-up/?m_mmc=Social+Media-_-Twitter-_--_-