Hacía cuatro décadas que no pasaba algo similar. Un junio sin estrenos bursátiles en Wall Street. Y eso que se supone que suele ser uno de los meses más activos del año para este tipo de operaciones. Pero la volatilidad en el mercado por la crisis de la deuda soberana no invita a la empresas a dar este paso. Y el fiasco de Facebook hace justo un mes dio más motivos para pensárselo dos veces. No es que la colocación de la red social fuera prematura. Los íngresos y los beneficios trimestrales de la puntocom justificaban el salto. En el parqué también se reconoce a sus gestores. Sin embargo, no son tiempos para ir sobrados de confianza y poner un precio a la colocación que se venga abajo.
Estamos aún a mediados de mes, por lo que todavía podría haber alguna posibilidad de que una empresa se anime a dar el salto. Pero el calendario ayuda a anticipar los movimientos. En dos semanas se celebra la festividad del Día de la Independencia. Para que puede haber una OPV antes, las compañías interesadas deberían estar haciendo vendiendo los méritos ante los inversores institucionales y gestores de fondos. Es un proceso que suele llevar como mínimo dos semanas antes de que se comunique el precio final del estreno y no hay ningún roadshow a la vista. La ventana, por cierto, se cierra rápido, como señalan los que están metidos en el negocio de la banca de inversión.
Hay compañías que estaban en cadena, pero que optaron por retrasar el proceso. Es el caso del portal de reservas de viajes Kayak. El argumento que dan es la tensión en los mercados. Pero es evidente que entre las firmas tecnológicas decepcionó enormemente el estreno de Facebook. La red social protagonizó la colocación más esperada desde Google y fue la segunda mayor en cuanto a recaudación. Su precio de salida se fijó en 38 dólares. Empezó a cotizar en 42 y subió a 45 antes de desplomarse hasta los 25,5 dólares. Logró recuperar un 20%, pero sigue en el nivel de los 31 dólares y no está dicho que los inversores hayan vuelto a recuperar el apetito por los valores tecnológicos.
Desde el desastre de Facebook, casi una quincena de firmas decidieron dar un paso atrás antes de zambullirse en las aguas de Wall Street y esperar a que las condiciones del mercado sean más favorablesy así recaudar el máximo. La última vez que hubo un paréntesis tan largo sin estrenos fue entre mediados de agosto y octubre del pasado año, cuando los inversores trataban de entender si EE UU iba a entrar de nuevo en recesión y la amenaza del contagio del mal de la deuda soberana empezaba a salpicar al corazón de la zona euro. La firma Dealogic calcula que hay 53 operaciones en espera, sin fecha concreta de estreno. Hace un año por estas fechas eran 99 colocaciones en proceso.
Hay compañías que estaban en cadena, pero que optaron por retrasar el proceso. Es el caso del portal de reservas de viajes Kayak. El argumento que dan es la tensión en los mercados. Pero es evidente que entre las firmas tecnológicas decepcionó enormemente el estreno de Facebook. La red social protagonizó la colocación más esperada desde Google y fue la segunda mayor en cuanto a recaudación. Su precio de salida se fijó en 38 dólares. Empezó a cotizar en 42 y subió a 45 antes de desplomarse hasta los 25,5 dólares. Logró recuperar un 20%, pero sigue en el nivel de los 31 dólares y no está dicho que los inversores hayan vuelto a recuperar el apetito por los valores tecnológicos.
Desde el desastre de Facebook, casi una quincena de firmas decidieron dar un paso atrás antes de zambullirse en las aguas de Wall Street y esperar a que las condiciones del mercado sean más favorablesy así recaudar el máximo. La última vez que hubo un paréntesis tan largo sin estrenos fue entre mediados de agosto y octubre del pasado año, cuando los inversores trataban de entender si EE UU iba a entrar de nuevo en recesión y la amenaza del contagio del mal de la deuda soberana empezaba a salpicar al corazón de la zona euro. La firma Dealogic calcula que hay 53 operaciones en espera, sin fecha concreta de estreno. Hace un año por estas fechas eran 99 colocaciones en proceso.