jueves, 22 de noviembre de 2012

Ranking de los bancos lationamericanos

El año 2011 cerró con una noticia inquietante. El Banco Santander decidió la venta de su filial en Colombia, por la que finalmente el chileno Corpgroup pagó US$ 1.225 millones. En su momento, el presidente del Santander, Emilio Botín, explicó que la medida se tomó para “fortalecer el balance” del alicaído gigante español. Según explicó, “nuestra cuota de mercado en banca comercial en Colombia está lejos del 10% que aspiramos a tener en los mercados en que estamos presentes”.
Como sea. La noticia fue que Santander perdía un país en el mapa latinoamericano, en circunstancias que esta región representa para el banco español el 19% de los activos y 52% de sus utilidades. Mientras, en el otro lado de la ecuación, la novedad corría por cuenta de la internacionalización de un nuevo banco chileno, Corpbanca, que no tuvo problemas –en medio de la tempestad– en adquirir Santander Colombia, con su 2,7% de participación de mercado, activos por US$ 5.000 millones, utilidades por US$ 36 millones, y con 14.000 empleados distribuidos en 78 oficinas en toda Colombia. Se trata del banco número 100 de este ránking.
Se abría 2012 con la postal que muchos imaginaron: una banca multinacional siendo reemplazada por una multilatina. Pero no fue tan así. Si bien el Santander en su urgencia de caja vendió su filial colombiana y parte de sus activos en México y Chile, aunque sin perder el control de las filiales en esos dos países, sigue manteniendo la más amplia presencia en la región (10% del mercado). “La vocación del banco por América Latina es inequívoca. Santander estará cada vez más presente en la región. Estamos concentrados en crecer, no en vender”, declaró Jesús Zabalza, director general de la División América de Santander en el XI Encuentro Santander – América Latina de junio pasado.
América Latina se ha convertido en un refugio para la banca internacional y para los mismos banqueros de la región. Una vez conjurados los riesgos de un desplome de los precios de los commodities, con un impacto fuerte en el crecimiento y por ende en la capacidad de consumo de los latinoamericanos, la región sigue siendo un buen negocio para la banca. No tanto como antes, cuando el sector crecía a un ritmo muy superior al de la economía real, pero muy bueno hoy después de todo y dado el contexto mundial.
Ésa es una de las principales conclusiones que se extraen del análisis de esta entrega de los 250 mayores bancos de América Latina, que en su versión 2012 muestra un sector bancario que está firme en la tormenta, aunque ya no sea percibido como un Shangri-Lá totalmente desacoplado de la economía mundial.
En cuanto a los activos, los 250 mayores bancos de América Latina sumaron a julio de 2012 US$ 3,6 billones (millones de millones) de dólares. Un 6,1% menos que en el periodo anterior, cuando se alcanzó US$ 3,9 billones, lo que representa la mayor caída en este indicador desde 2005, pero con la salvedad de que este año el tipo de cambio del real y el peso mexicano respecto del dólar influyó como nunca en los resultados, dado lo voluble que ha estado la divisa que sirve para comparar estos bancos, especialmente en Brasil. Por eso, esa variación hay que mirarla con cuidado, pues afectó a la baja a los conjuntos de 70 bancos brasileños y 29 mexicanos que componen el listado, siendo Brasil y México los únicos países cuyos bancos, en nivel agregado y en dólares, decrecieron en sus activos (-13,8% y -5,9%, respectivamente). Algo que impacta los resultados generales del ránking, no sólo porque entre brasileños y mexicanos prácticamente suman 100 de los 250 bancos medidos, sino porque también los cinco primeros, todos brasileños, son megabancos cuyos activos sumados representan el 46,2% de los activos de todos los bancos incluidos en esta edición.
Sin embargo, considerando las variaciones en moneda local, es decir en reales y pesos mexicanos, Brasil y México crecieron en activos un 14,3% y 4,7%, al igual que todos los conjuntos de bancos de países de la región presentes en el ránking, los que lo hicieron (en dólares) entre 1,4% (El Salvador) y 20,5% (Bolivia).
Con todo, se observa una clara disminución en la velocidad de crecimiento del sector, lo que es reflejo de un reacomodo regional frente a los vaivenes del exterior. Y si bien la variación de activos entre 2011 y 2012 es incluso peor que en el período 2008- 2009 (-0,6), una fecha referente, dada la crisis financiera global de 2008, no ocurre lo mismo respecto de las utilidades. La suma de las ganancias de los 250 mayores bancos listados en esta ocasión es de US$ 43.000 millones, un -12,9% que en el periodo anterior, cuando las utilidades llegaron a US$ 49.000 millones. Lo que representa, sin embargo, una merma inferior en términos de variación a la que se produjo entre 2008 y 2009, cuando las utilidades cayeron en 43,4%.
Si no naufragó el barco bancario latinoamericano en 2008, menos lo hará hoy, con los signos de recuperación de EE.UU. y las proyecciones económicas relativamente halagüeñas de América Latina. Esto quiere decir que el círculo virtuoso de precios altos de commodities, fuerte ingresos de divisas, y activación del crédito y el consumo, seguirá, aunque difícilmente en las proporciones pantagruélicas de antaño.
Y es que la banca latinoamericana ya se estaba acostumbrando a inusitados crecimientos y ganancias, por lo que cualquier merma parece pobreza.
Fue un año difícil, pero muchos pueden cantar victoria. En especial los banqueros venezolanos, quienes incrementaron su presencia en el ránking, sumando tres nuevos bancos: Sofitasa (208º), Plaza (224º) y Del Sur (249º), aumentando dramáticamente los indicadores de la suma agregada de Venezuela en el ránking. Así los activos totales y cartera de crédito de ese país crecieron en 49,2% y 56,8%, y las utilidades lo hicieron en un astronómico 129,9%, mientras que los depósitos crecieron en un 57,6%. Algo similar sucede con Argentina, cuyos bancos presentes en este ránking aumentaron 14,2% en sus activos, 30,2% su cartera de crédito, sus utilidades en 17,2% y sus depósitos en 13,3%, sin que haya entrado o salido otro banco argentino entre el ránking de 2011 y el de 2012.
Estos resultados se explican en buena parte por la mantención de precios altos del petróleo y la soja, pero que también responden a medidas de corte gubernamental de ambos países, las que tienden a retener la divisa, generando un mercado endógeno lleno de dinero. Colombia y Perú son otros casos interesantes. Ambos países, en la suma agregada de bancos por país de origen, incrementaron sus activos, cartera de crédito, utilidades y depósitos en al menos 15%.
De este modo, Colombia se vuelve cada vez un mercado más interesante. De hecho, buena parte de las fusiones y adquisiciones del periodo estudiado involucran a ese país. Además del aterrizaje de Corpbanca, el Scotiabank adquirió Colpatria (63°, con un salto hacia arriba de 20 puestos en relación a 2011, y cuyo edificio es, dicho sea de paso, uno de los iconos de la ciudad de Bogotá) por US$ 500 millones. No sólo eso. Además los banqueros colombianos también se movieron en la operación mediante la cual el HSBC se deshizo de varios de sus activos en América Latina durante 2012. Davivienda (28°), por ejemplo, compró las operaciones de HSBC en Costa Rica, El Salvador y Honduras, por US$ 801 millones, y BNG Sudameris (86° y un salto hacia arriba de 11 puestos) e hizo lo propio con las sedes del HBSC de Colombia, Perú, Paraguay y Uruguay, pagando US$ 400 millones.
Mientras, Perú integró un nuevo banco al listado: el Santander Perú (245°), y muestra consistencia en el avance de la banca peruana que se observa desde ediciones anteriores. Y no crecen solamente en volumen, sino también en calidad.
Fuente: http://rankings.americaeconomia.com/2012/bancos/introduccion2.php

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