Cuando de invertir se trata, las acciones pueden clasificarse en diferentes categorías. No todas, por supuesto, tienen las mismas características. Una simple comparación, por ejemplo, entre compañías como General Motors y America Online indica que no pertenecen a la misma industria ni sus productos o servicios guardan similitud. A partir de estas consideraciones, se pueden identificar distintos tipos de acciones. No existe un patrón único, por lo que algunos expertos difieren por defecto o por exceso en sus definiciones. Con todo, a continuación relacionamos las categorías más aceptadas comúnmente:
A la cabeza de cualquier clasificación figuran las llamadas selectas, muy apreciadas por su estabilidad en la Bolsa de Nueva York (NYSE), conocidas en inglés como blue chips; también están las acciones de crecimiento (growth stocks); las acciones cíclicas (cyclical stocks), y las acciones especulativas (speculative stocks), en las que como su nombre lo indica suelen invertir aquellos que especulan con la volatilidad de esos valores en el mercado.
Las acciones blue chips son las preferidas en Wall Street. Se trata de compañías financieramente sólidas y por lo general de larga data, que a lo largo del tiempo han mostrado sostenida estabilidad y rendimiento y que han pagado dividendos a sus accionistas no sólo durante los buenos tiempos, sino también en los malos. Entre ellas, por sólo citar algunas, están General Electric, IBM, Procter & Gamble, Exxon, Citigroup, Alcoa y Dupont.
Las acciones de crecimiento corresponden a compañías que se identifican por su gran potencial de crecimiento para el futuro. De hecho, cierto tipo de inversionistas acostumbra a poner la mayor parte de su capital en este tipo de valores siguiendo una estrategia precisamente de crecimiento de su inversión. Estas compañías tienden a reinvertir las ganancias obtenidas con vista a una mayor expansión futura, por lo que no suelen pagar dividendos o lo hacen en muy poca cantidad. El precio de estas acciones en el mercado puede fluctuar con rapidez, más que el de otros valores.
Las acciones de ingreso son aquellas que se caracterizan por proporcionar regularmente entradas al inversionista. La clave radica en seleccionar aquellas compañías cuyos productos o servicios generen rendimientos mayores que el promedio de retorno de sus congéneres. A la hora de seleccionar una acción de ingreso es importante que la industria a la que pertenece la compañía figure en ese momento en una posición relevante.
Las acciones cíclicas se definen por el hecho de que las ganancias de estas compañías tienden a variar en determinadas épocas. Entre éstas figuran aquellas cuyos precios suben cuando se está en presencia de un período económico favorable, y descienden cuando ocurre a la inversa. En ocasiones la fluctuación de estas acciones es característica para todo el sector o industria al que pertenezcan. Como ejemplos de acciones cíclicas pueden citarse los de US Steel (X) e International Paper (IP), y de no cíclicas Procter & Gamble (PG) y Coca Cola (KO).
No obstante, en sentido general existen acciones que son relativamente estables durante épocas en que el mercado declina. Como ejemplos más característicos están las compañías productoras de alimentos, los fabricantes de medicinas y las de servicios públicos (utilities), que en tiempos de recesión sufren menos.
Fuente: http://www.invertironline.com/aprender/nivel1/n1clasificacci.asp
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